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Mascarillas quirúrgicas
Su eficaz filtrado y el buen ajuste facial de estas mascarillas logran aportar una protección óptima con un extraordinario confort. De forma rectangular, plana, con tablas bidireccionales y cortes horizontales para un ajuste y un mayor confort facial. Se ajusta perfectamente a las diferentes formas faciales.
Mascarillas quirúrgicas está indicado para:
Mascarillas quirúrgicas
Diseño de 3 capas más gruesas: capa de filtro de alta eficiencia, gancho para la oreja suave, pinza nasal ajustable incrustada, muy elástica, suave y cómoda de usar. Sin alergias, hecho de material blando de alto estándar que es seguro para cualquier persona que sea sensible a ciertos materiales
Usos: Nuestra gama de máscaras faciales se puede utilizar en una amplia gama de situaciones. Todas nuestras máscaras faciales ofrecen una alta capacidad de filtración al tiempo que conservan una baja resistencia respiratoria
Protección: limita la propagación de contagios.
¿Qué es una mascarilla quirúrgica?
Se llama mascarilla quirurgica al accesorio utilizado para evitar la diseminación de microorganismos procedentes de la nariz o de la boca mediante la exhalación. Es decir, de dentro a afuera. Debemos explicar que se trata de un tipo de máscara autofiltrante que tapa el rostro de manera parcial y con función preventiva. Se ajusta en las orejas mediante cordones, tiras de tela u otros dispositivos similares. Cuando las llevamos, deben aunar eficacia y confort, pues suelen usarse durante prolongados periodos de tiempo, especialmente en el caso de profesionales sanitarios.
¿Para qué se utiliza?
Las mascarillas quirúrgicas evitan la proyección de fluidos corporales desde la nariz o la boca. Por ello, el hecho de una mascarilla quirurgica comprar suele ser frecuente entre los profesionales de espacios hospitalarios y sanitarios. Los médicos, los cirujanos, los enfermeros y los trabajadores en general de estos ámbitos las utilizamos para no contagiar a nuestros pacientes o cercanos.
Además, tienen una función adicional: impedir que las personas se toquen la nariz o la boca, protegiendo el entorno de este modo de la potencial transferencia de virus y bacterias que se produciría de haber estado en contacto con una superficie contaminada.
Al hablar, estornudar o toser con ellas, se convierten en una barrera física habitualmente infranqueable para esa potencial contaminación.
Ahora bien, no debemos confundirnos: salvo excepciones muy concretas, no son capaces de proteger a quien las lleva de esos mismos contagios. Solo evitan la difusión de partículas contaminantes, pero son muy poco eficaces para impedir su llegada al rostro de quienes las portamos.
¿A quién pueden proteger?
Existen mascarillas quirúrgicas para adultos y niños. Cualquier profesional del ámbito sanitario ha tenido que llevar este tipo de elemento para evitar la diseminación de microorganismos procedentes de su boca, su nariz o su garganta. Son un elemento indispensable para prevenir la contaminación de un paciente o de una herida.
¿Cómo se utiliza?
En general, la mascarilla quirurgica de 3 capas es la más frecuente y, por otra parte, es la mascarilla quirúrgica de precio convencional. Con independencia de ello, el uso debe ser siempre el mismo, aplicando los consejos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud:
1. Debe colocarse con cuidado sobre la boca y la nariz, cuyos orificios deben quedar totalmente cubiertos. Después, se anuda con firmeza, sin dejar huecos de separación con la cara.
2. No hay que tocarla mientras se tenga puesta.
3. Se retira siempre desde los cordones, sin tocarla por delante.
4. Cada vez que se manipule, hay que desinfectarse las manos con agua y jabón o gel hidroalcohólico.
5. Debe reemplazarse en cuanto se nota húmeda.
6. Salvo que sea una mascarilla quirúrgica reutilizable, hay que desecharla después de cada uso.
¿De qué pueden proteger?
Las mascarillas quirúrgicas evitan la emisión de salpicaduras salivales o de otros fluidos potencialmente portadores de cargas víricas o bacterianas. Es importante tener en cuenta que no son equipos de protección individual, pues no protegen a quienes las llevan, sino al entorno en donde se mueven.